La primera serie de Jill Kelly como directora ha proporcionado algunos momentos estelares en los últimos dos años. Algunas de sus escenas más calientes se han reunido aquí en una dosis de dos horas de puro caos porno.
Jill Kelly siempre da mucho de sí ante la cámara, pero ser DP es una rareza en su repertorio. Extrañamente, hace que el tío que está en su coño lleve condón, mientras que a su semental de apoyo se le permite follarle el recto a pelo ¡exactamente al mismo tiempo!
Pero hay muchas más cosas que te pueden gustar, como una gran escena entre Jill y la deliciosa recién llegada Devon Davis. Devon es una impresionante gatita sexual con uno de los mejores traseros del mundo, y lo comparte con su director en un jugueteo lleno de energía.
¡Un cuarteto muy caliente que Jill Kelly dirige y protagoniza! Tiene que estar pensando en los ángulos de la cámara y en el ángulo que intenta tomar la polla de su hombre mientras la invade por dentro... todo al mismo tiempo. ¡Eso sí que es talento!
Lisa Belle está acostumbrada a ser la rubia más sexy de todas sus películas. Ahora, por primera vez en su vida, se encuentra en medio del pelotón y tiene que esforzarse al máximo para hacerse notar. Es muy divertido ver a chicas mimadas intentar demostrar su valía por primera vez.
Puede que la mejor escena de la película sea la pareja de la Mascota del Penthouse Bonita Saint con su novio de la vida real. Fue el primer revolcón de Bonita con un hombre en la pantalla, y Jill lo capta con toda su intensidad y pasión.
El pintalabios de esta chupa para todo el día es increíble. Se traga el hueso de Mark Davis durante casi una hora y ni siquiera se emborrona. La única forma en que se le ensucia el maquillaje es cuando Mark le añade su propio chorro de mugre de bola blanca blanqueada.
Por supuesto, uno de los grandes atractivos es la orgía de veinticinco chicas al rojo vivo que reúne a algunos de los jóvenes talentos más deliciosos del negocio. No se parece a nada que hayas visto, ya que todas las chicas parecen dispuestas a enloquecer a las demás. Las chicas parecen disfrutar más dando que recibiendo, señal de que la escena va muy bien.
Aunque puede que Jill no sea la directora técnicamente más consumada, su ojo para el talento y su instinto para lo sexy ayudan a mantener cada escena aquí en su punto álgido. Con una duración de más de dos horas, y repleto de jóvenes bellezas luchadoras y acción vorazmente obscena, este vídeo es una gran elección para cualquiera que busque emociones sin tapujos.