¡Dos horas de estas ninfómanas colegialas mostrándote sus partes íntimas! ¡Estas chicas son las más asquerosas de las que siempre oyes hablar cuando salen de un colegio privado! ¡Te follarán y chuparán hasta volverte loco de esperma!
Menos mal que su papi se gastó todo ese dinero en la matrícula, porque si no lo hubiera hecho, esta estudiante tendría que ganarse la vida a su costa como se gana el dinero extra del conserje en esta extravagancia del trampolín. Así las cosas, esta fulana ha rebotado más veces que ese trampolín.
En fila para pasar lista, es hora de hacer una pequeña inspección a las chicas para asegurarnos de que están a la altura de las normas de la escuela. La reputación de esta institución no se descuidará sólo para que alguna princesa remilgada pueda graduarse sin haber aprendido antes a follar.
En este internado, cuando a las chicas les enseñan anatomía, los profesores siempre tienen cuidado de no omitir el culo. Es una parte vital del cuerpo humano, y si estas chicas no recuerdan dónde está su culo, la lengua de un profesor suele ser la mejor ayuda para sus estudios.
Muchas chicas creen que deben ser vírgenes cuando se casan. ¿Cómo pueden ser tan estúpidas? ¿Qué chico quiere pasar su vida con una mujer que nunca ha sido penetrada? En esta escuela, a todas las adolescentes se les abren los agujeros para que, cuando salgan al mundo, estén preparadas para ser utilizadas de inmediato.
El afeitado no sólo se espera, sino que se exige. Esta guapa transferida a la escuela no mantiene su caja bien cuidada y paga el precio. Le golpean el culo como si tuviera una mala deuda con su instructor y no tarda en comprender la importancia de no tener pelos en el culo.
Esta chica lleva tiempo intentando licenciarse. Tras años quedándose atrás, pronto será demasiado mayor para obtener un título. En su último intento por aprobar la asignatura de atletismo de dormitorio, pone todo su empeño y trata de alcanzar el éxito. ¿Lo conseguirá? Tú decides.
Es imposible sacar una buena nota sin hacer los deberes y ella lo sabe. Mira cómo se mete cuatro dedos en la trinchera antes de que su coño se someta al examen final. Sabe que más le vale estar suelta si quiere que su instructor de instrucción se la meta hasta el fondo sin que él tenga que perder el tiempo con los preliminares.