Cuando una película utiliza la palabra coño en el título, puedes estar seguro de dos cosas. En primer lugar, no es una película de parejas para que la vean las mujeres y, en segundo lugar, está hecha por hombres que saben que hay que degradar a las mujeres si quieres complacerlas.
Este tío hace un gran trabajo con su polla babeando bolsas de manguera. Le mete la cabeza de la polla en la cara y cuando la otra hace un comentario quejoso, él se apresura a ponerla en su sitio. La asiática no se gana ni una corrida compartida con él, ya que le da todo lo que tiene a la morena, que se calló e hizo lo que le dijeron.
A veces, cuando te follas a dos tías, el mayor problema es no confundir sus nombres. No te importa cómo se llamen, para ti sólo son un conjunto de agujeros que follar. Si no te apetece utilizar sus nombres, adelante, arrástralas hasta su posición por el pelo... sin necesidad de nombres.
Estas dos idiotas olvidaron la parte más importante de la escena. La película se titula "Dos coños y una polla", pero no hay ninguna polla cuando estas dos lesbianas se dan placer mutuamente. Un consolador no es una polla. Este vídeo no es más que un par de coños, pero sigue siendo lo bastante sexy como para que merezca la pena verlo.
Como un par de limpiadores de pelotas en el campo de golf, estas dos zorras lavan sus Titleists y también se lamen el culo mutuamente. Las apila cuando se las folla porque sabe que eso sería más fácil que ponerlas una al lado de la otra, donde tendría que moverse si quisiera follarse a una y luego a la otra.
Estas zorras deben de haber hecho algo bien, porque este clip incluye el doble de pollas que prometía el título. Quizá uno de estos tíos sea la polla que falta en la escena anterior del disco. En cualquier caso, lo importante es que ambos tíos se excitan con estas sucias zorras.
Tres putas significan más coño para que su polla lo destroce. Lo que lo hace aún mejor es el hecho de que cada una es tan diferente. La morena de pelo largo está un poco demasiado apretada, el coño con gafas está un poco demasiado suelto, pero como siempre, ¡la caja de ricitos de oro está en su punto!