El sexo es automático cuando eres una jovencita caliente. Mira cómo el director Dale Jordan les dice a estas zorritas que se corran en sus delicadas manos antes de restregárselo por sus inocentes caras. Brooke, Mia Beck y Desiray, junto con otras tres chicas súper calientes, se lo meten largo y tendido antes de que el semen acabe sobre ellas.
Al principio no le entusiasmó la idea de embadurnarse la cara con semen, pero en cuanto le dijimos que contiene vitaminas y minerales esenciales, se desesperó tanto por echarse unas salpicaduras de salsa de hombre en la palma de la mano que enseguida dejó que le calentaran el culo.
Temerosa de acabar perdiendo unas preciosas gotas de su sopa en las sábanas, utiliza las dos manos debajo de la cabeza de su cabalgadura para atrapar todas las gotas rezagadas que caen en paracaídas de su polla.
Ciertamente tiene un aspecto exótico, una mezcla de indio americano con otras tres o cuatro herencias: este chucho necesita todo el material genético de pura raza que pueda conseguir. Esta gruesa carga es sólo el primer paso para ella.
Mira cómo esta rubia irlandesa hace una genuflexión ante la espita de su hombre, mientras éste acumula suficiente presión para expulsar incluso esos pocos espermatozoides solitarios que normalmente cuelgan en los rincones más oscuros de su saco. ¡Le vacía por completo! Probablemente sea el mejor vídeo de toda la película.
Quizá pueda llevarse a casa un par de puñados más de salsa de hombre para compartir con su peluquero. Cuando ves bien la horrible pesadilla de tinte que le han hecho, es fácil comprender por qué querría que cualquier cosa con vitalidad cremosa tocara su piel.
Esta malaya tiene una ventaja injusta: para empezar, no tiene los ojos muy abiertos. Cuando coge dos puñados de esperma y empieza a frotárselos contra la cara, hay pocas posibilidades de que alguno de esos espermatozoides se le meta entre los párpados. Por esa razón, las otras chicas pidieron que fuera descalificada.