Todos los coños viejos son como la comida sobrante que se queda en la nevera durante días. Quieres coños recién hechos, caseros, ¡y eso es lo que estas nuevas zorras ponen sobre la mesa en nuestra última oferta para todos los conocedores de coños!
Vanessa Valenzuala es una belleza brasileña cuyo cuerpo bronceado seguro que aporta mucho respeto a su país de origen en este concurso de coños. ¡Es nueva y es la primera vez que sale en cámara bebiendo salsa de hombre negro!
Nadia Dreams se ve atrapada entre un par de hombres bien dotados que están empeñados en romperla como es debido. Lexington Steele la alinea como a un juego de bolos y la derriba con su polla del tamaño de un canalón.
Kinzie Kenner se ha convertido en toda una estrella de esta industria, pero aquí tienes su tarjeta de novata en el cine para adultos de todos los tiempos, con pelusa de melocotón en los bordes de su almeja barbuda y una boca con muy poco kilometraje.
Francesca no es la única puta que eligió ese como nombre artístico, así que sabe que va a tener que esforzarse mucho si quiere diferenciarse de las otras putas que se habían llamado Francesca antes que ella. La sexy joya dorada de la cintura es un buen comienzo.
Katarina McKenna soñaba con convertirse en patinadora artística olímpica. El régimen de entrenamiento era demasiado para su rodilla izquierda. Afortunadamente, trabajar como zamboni de pollas y limpiar el hielo de la cabeza de la polla de su hombre ha demostrado ser mucho menos agotador para sus articulaciones.
Soma es una megaputa con una enorme base de fans latinos en la actualidad, pero este clip es donde empezó todo para ella. Da la impresión de que está acostumbrada a ser utilizada por las bandas del centro-sur en fiestas y eventos especiales, pero la verdad es que ha sido utilizada por muchísima más gente que la que ha estado en algunas bandas callejeras.
Para estas zorras tontas, la sola idea de venir a que un maquillador profesional les haga un trabajito es motivo suficiente para quitarse la ropa y dejar que unos desconocidos se las follen. Cuando se enteraron de que también les pagarían por ello, ¡se convirtieron en un montón de castoras muy ansiosas!